CARTAS A JUAN
asiento...
Él fue quien despertó por primera vez en mí una inmensa curiosidad, lo quería todo, hasta llegue a sentir que queríamos lo mismo, que cada vez que estábamos cerca nos resistíamos, pero era muy tímido y orgulloso y por eso no estábamos juntos, para entregarlo todo y ser uno...
Él fue quien despertó por primera vez en mí una inmensa curiosidad, lo quería todo, hasta llegue a sentir que queríamos lo mismo, que cada vez que estábamos cerca nos resistíamos, pero era muy tímido y orgulloso y por eso no estábamos juntos, para entregarlo todo y ser uno...
Sin importar la hora, el lugar o la fecha, las veinticuatro horas del día pensaba en él. Quizás pensaba más en él que en mi misma; eso no me molestaba, no ya era algo de todos los días a cada minuto, a cada segundo, no creo que casi por cada micrón.... ja, ja, ja, creo que estoy a punto de enloquecer; pero precisamente por eso siempre estaba en mi mente; él era parte de mí y de mi gran imaginación...
Entonces una de esas ideas locas que surgen a menudo en mi cabecita, comencé a pensar sobre lo que podía escribirle, de repente lagrimas brotaron de mis ojos, como una cascada que no se detenía; me sentía sola, aun no podía creer que de nuevo le escribirá otra carta, una que seguramente, no sería capaz de entregar, rendida ante mis sentimientos la escribí, la leí, la arrugue y finalmente la arroje como siempre al cesto de la basura...
Al fin decidida tome papel y lápiz y comencé a escribir aquella carta que decía: Todo el mundo necesita inspirarse de algún modo. Yo necesito inspirarme de algún modo. Tu llenas mis vacíos, inundas con tu mirada mi ser, abres las puertas cerradas en mí; cuando miro tu rostro sé que puedo confiar y sin importar el daño que me hallas hecho alguna vez solo tú, tu mi gran am leer todo...
Sonia Chica Ramirez
y gracias a autores editores , ingresa por primera vez a este maravilloso mundo de la literatura, un mundo mágico de colores, sensaciones y vivencias.
De pequeña, me encantaba contarle cuentos a mis hermanas menores y siempre eran de mi propia inspiración , al crecer tuve tristeza porque pensé, debí copiarlos en un diario y sentí que había perdido la capacidad de imaginar, pero veo que no, que esta idea, esta escondida en mi corazón , esperando la oportunidad de salir y nunca mas parar, debía seguir.
Para todos mis lectores con todo el amor que el Dios pus leer todo...