Arte y Educación
un "tintineo", según la expresión de
Nietzsche, sino como la actividad más propia del ser humano: la capacidad
creadora. A través del arte crea el ser humano su propio ser y la cultura en la
que vive.
Domingo Araya, autor de este libro, plantea como ideal, y en esto sigue a
Schiller y a Nietzsche, una formación estética del ser humano. Dicha formación
no se refiere sólo a la producción de obras de arte sino también, y sobre todo, a
la de una personalidad libre e integrada. Foucault se refirió a esta actividad
como "una estética de la existencia" encargada de la construcción de sí.
Tal como establece Kant en su indispensable Crítica de la facultad de juzgar,
en la creación artística se produce un libre juego de las facultades, en el que se
integran aspectos que suelen ir separados. Esta síntesis armónica de las
distintas potencialidades humanas consigue un acto tan sensible como
intelectual, tan pasional como libre, tan consciente como inconsciente.
Por y en el arte se reúnen de modo trágico, Apolo y Dionisos, logro que está
ausente en saberes tan respetables como la ciencia y cierta manera limitada de
concebir la filosofía. A diferencia del docto académico, petulante y cerrado, el
filósofo-artista soñado por Nietzsche encarna algo único en la vida del espíritu:
la gracia.
Por todo lo anterior, este libro, en la medida en que desarrolla estos temas,
queda plenamente justificado y puede contribuir a esa gran tarea emprendida
por los clásicos: la de construir una Paideia que sea base, sustento e ideal en
la formación del ser humano. leer todo...