Espera que me da la Risa
Las soluciones de Airún
hándicap de su edad, pone fin súbitamente a su carrera profesional como a tantos otros millones de personas ya les había ocurrido a lo largo y ancho de todo el país en esos años de profunda recesión económica.
En un principio Fernando toma la nueva etapa de su vida con cierta clave de humor a modo de resignación. Nuestro protagonista relata algún pasaje de su vida al que él asocia con la frase "Espera que me da la Risa" para quitar un poco de hierro al asunto intentando arrancar alguna que otra sonrisa.
Debido a su carácter extrovertido, un tanto guasón, no es consciente de la gravedad general de la situación. Sin embargo el vertiginoso devenir de los acontecimientos, completamente arruinado, va a llevar a Fernando a la más angustiosa desesperación. El hecho que Clara, su ex mujer, se marche a vivir lejos de la ciudad con sus hijas además de sufrir el abandono por parte de su círculo de amistades, serán los detonantes finales para desequilibrar completamente su vida. Todo ello le va a conducir al borde del abismo vislumbrando una única salida posible...la tentación del suicidio.
Sin embargo el destino le va a unir a Airún.
Airún, redactora con experiencia en diversos programas de televisión, se halla desempleada al igual que Fernando. A pesar de ello cuenta con influyentes contactos activos en el mundo audiovisual.
Entre ambos se crea una especial complicidad, desde el principio, que propicia el nacimiento de una bella historia de amor que les va a llevar a luchar juntos para reconducir de nuevo sus vidas. Aunque no va a resultar nada fácil. leer todo...
Fernando Goya Vargas
por aquellos entonces un tanto marginal, Sant Martí de Porvençals,
Atraído por el arte de escribir, a pesar de las enormes dificultades para poder dedicarse a ello, e inacabados los estudios prematuramente, debido a las circunstancias personales que rodearon su vida una vez acabado el servicio militar, todos sus proyectos literarios quedaron guardados en un cajón bajo llave.
A pesar de que nunca dejó de leer en honor a su viejo profesor de Filosofía "Siempre se aprende algo. Hazme caso", le insistía éste una y otra vez, leer todo...