María sigue siendo virgen
de la Santa madre del judío. Pero su trasfondo real no se sostiene sobre la base de un almibarado amor imposible, ni siquiera intenta poner a esta mujer a la altura de la siempre respetada e inmaculada virgen. No. De igual forma es necesario decir que no se limita a repetir, por el contrario, es esta una obra donde se pone en cuestión el drama de la existencia humana bajo sus propias normas: la creación de un mundo donde es posible lo sucedido, donde los hombres aman y sufren, donde se muestra la capacidad de crear, pero también la potencialidad de destruir.
En la creación, es el espíritu quien actúa. Antes de todo, el caos, la oscuridad, la nada; después la belleza hecha carne, el ser, el tiempo, la luz. En este caso, la posibilidad de una mano creadora, capaz de dar a luz una hermosa obra como la que a nuestras manos acude.
Rodolfo Villa V. leer todo...