El advenimiento
Las claves del retorno
a menos de veinte metros. Me pareció muy extraño, él corre como loco cada vez que salimos al campo y nunca se detiene.
Lo llamo y parece no darse cuenta de mi presencia, estaba estático, inmóvil. Me aproximo bastante a él y parecía congelado, no pestañaba, pero miraba al frente, muy pensativo.
Miro por sobre mi hombro izquierdo y ahí estaba eso, lo que Tyson miraba sin poder reaccionar.
Miré y vi. Eso estaba al borde del arroyo. Se trataba de una formación lumínica concentrada de color blanco brillante, con apariencia humanoide, de unos tres metros de altura. leer todo...
Eduardo R. Viglioni
labores de soledad, armonización, relajación, concentración y meditación. Comenzaba los viernes por la tarde o sábado y culminaba al día siguiente; desde que tenía 14 años fue mi estilo de vida usual.
Finalmente, debido a la preparación realizada, en el 2001 viví mi primera experiencia xendra. leer todo...