Paseo con Dos Historias de Amor en Memoria de mis Muertos o el
amable para fundarse en una inadvertida mueca nacida de la misma frustración que no poder verse más reflejado en el rostro de ella le produjera, empujándolo a beber más de la cuenta, habiendo dejado de hacer poesía, fingiendo que no la torturaría de aquel modo, exprimiéndole las lágrimas a una hoja en blanco a cambio de unos cuantos versos sedientos de pena.
Entendía bien a Raulillo, el tener que vivir apartado para siempre de tan hermosa presencia y gustosas atenciones, luego de haberse armado un paraíso de tranquilidad en el que se regodeaba haciendo las cuatro cosas que más le satisfacían: comer, amar a su esposa, leer, y escribir... Pero su rápida partida le estranguló las ilusiones asfixiando sus pasiones convirtiéndole el espíritu en un guiñapo mundano a prueba de toda privación. Mi amistad con ella se desenvolvía guardando siempre la distancia, por respeto a los celos de Raulillo, quien intuía sin mucho esfuerzo la poderosa atracción que su esposa ejercía en mí, cosa que yo sabía reprimir ocultándola de cualquier forma posible, porque en realidad nuestra camaradería valía muchísimo más que los impulsos o los deseos encontrados... leer todo...
Panyu Damac
Téllez. Criado y educado por una familia humilde pero fielmente unida con tres hermanos, una madre amorosa, y un padre todo terreno amante de la literatura, que llenaron una habitación de libros y enciclopedias, cuando todavía no llegaban a nuestros hogares señales de televisión, fueron decisivos despertándole el interés por la lectura.
A los 14 años escribe sus primeros cuentos de aventura y ciencia ficción, y representa a su colegio en competencias de ciencias, carrera y ajedrez. A los 16 años empieza a escalar montañas moti leer todo...