El Guardián del Amor

No pasó mucho tiempo antes de que la fábrica, convertida ya para entonces formalmente en una cooperativa de trabajadores, adquiriese cierto renombre en la región.

Pascal encontró una fotografía de un Café de París y pudo ver que encima de una de las mesas había un envoltorio que parecía de un bombón. La foto no era muy nítida, pero pudo distinguir que el papel tenía impreso el logo de la fábrica de chocolates. Uno de los chocolates que salió de esta fábrica.

Bernadette soñaba regentar un café en París... Era como si se aferrara a algún sueño del que no quisiera despertar. Y se prometió que algún día estaría sentada en una de esas mesas degustando un café.

El caso es que en Foods Quality Investments, Corp. querían ayudarlos a producir y vender mucho más de lo que ahora producían y vendían. Ofreciendo a Pascal un maletín con una suma equivalente al triple del valor de su fábrica en el mercado. Con un tercio pagaban lo que vale, y con los otros dos tercios querían comprar a Pascal.

Con la misma parsimonia con que aquel hombre había abierto el maletín, Pascal lo cerró. El jefe de los tres le miró con un incontenible gesto de satisfacción... que se borró de golpe cuando giró el maletín ya cerrado y puse el asa del maletín en su lado de la mesa.

-Esta fábrica no está en venta, señores. Y menos aún si para resolver la transacción recibo unos..., ¿Cómo los llamó, honorarios?

¿Qué honor hay en la traición a los compañeros? ¿Qué honor en poner fin a un proyecto humano deshumanizándolo al barnizarlo de oro y envolverlo con gráficos de ventas en constante ascenso? ¿Qué honor en vender el alma, a cambio de dinero? ¿vendería todos sus recuerdos y todos sus afectos a cambio de dinero? leer todo...