
Bosquejo histórico de la revolución
que regeneró el Estado de Bolívar


de la patria, al grave extremo, que las irreconciliables diferencias entres ellos dos, terminaron con la disolución de la Gran Colombia y el desarrollo sistemático de guerras civiles, y pérdidas geopolíticas invaluables para el país.
Muerto el Libertador y muerta la Gran Colombia, el santanderismo impuso la organización federal de ocho Estados denominados la Confederación Granadina. Pronto el caudillismo, las ambiciones regionales y la miopía de los dirigentes regionales, sumieron al país en sucesivas guerras civiles, en las que el general Tomás Cipriano de Mosquera pasó a ser el eje de gravedad de lo bueno, lo malo y lo feo que le pasaba a la Confederación.
Una de esas absurdas confrontaciones civiles se desató en 1859, como parte de la revolución armada que encabezó Tomás Cipriano de Mosquera, tal como lo describe en esta memoria histórica, el líder liberal Juan José Nieto, de cuyo testimonio se concluye la pérdida de seres humanos, de potencial de desarrollo y de avances en todos los campos del quehacer colombiano, que se padecieron durante tres largos años de combates fratricidas, al cabo de los cuales el general Mosquera entró triunfante a Bogotá, se posesionó de la presidencia de la confederación e instó a hacer una nueva constitución, para una nueva confederación ahora llamada Estados Unidos de Colombia, a partir de lo que los mosqueristas llamaban la regeneración de los principios liberales. leer todo...

Luis Alberto Villamarin Pulido
Sociedad Bolivariana de Colombia, de la Academia Colombiana de Historia Militar y de la Academia de Historia del Huila.
Director del Programa memoria Histórica aún no contada del conflicto armado en Colombia
Analista permanente de las cadenas de televisión CNN en español y NTN-24. leer todo...