Con la venia de Dios

En las diferentes iglesias existe un autoprotector celo, en algunos casos después de haber impuesto sus creencias con la fuerza de la espada, y en otros, con la fuerza de su vocación misionera y, en todo caso, con el convencimiento de que cada una es portadora del mensaje y el aval de los dioses. Así han mantenido, a lo largo de los siglos, un fuerte cerrojo para blindar la permanencia de sus fieles y protegerlos contra los peligros que implica la actividad misionera de otras iglesias, que podría llevarlos a perderse en una lamentable deserción.
No obstante, en estos tiempos -cada vez más racionales-, los fieles se sienten un poco más libres para adorar a sus Dioses, sin preocuparse en exceso por las exigencias y en algunos casos por las amenazas que les ha impuesto el credo que les tocó en forma aleatoria.
Ya no hay tanto temor cuando se siente la curiosidad de conocer un poco sobre otros credos, especialmente sobre aquellos que han acumulado numerosos adeptos.
Este pequeño libro tiene como propósito, entregar al lector un breve resumen, en el que se ha tratado de compendiar el conocimiento mínimo que una persona querría conocer por simple interés académico, sobre el origen, los dioses, las creencias y los ritos de los credos más difundidos en el mundo.