Queridos lectores, si el amor tuviera forma, creo que yo no hubiera escrito este libro, es precisamente ese detalle lo que fortalece mis historias y contenido.
Si supieran cuántas veces creí que lo había terminado, y cuántas veces le cambié el final, y el principio, dado que mientras estas letras se tejían, me enamoré, me enamoraron, me desenamoré, me desenamoraron, y mucha agua tuvo que pasar por el puente para comprender que en me o debería decir en (mí),estaba la respuesta.
Ni forma, ni color, ni tiempo, ni espacio tiene el Amor, sólo eScencia.
Que el cerebro del hombre y la mujer son diferentes, es un total hecho comprobado científicamente, decir lo contrario sería pretender tapar el sol con un dedo y esta obra es una muestra de que ello no se podría.
Así que les invito a la playa de los sueños cumplidos y no, y a que se dejen tocar sus pies, manos y aliento de las arenas amorosas, emprendedoras, cómplices, amistosas, perdonadoras, y sanadoras de mis ALQUIMISTAS DEL AMOR, los primeros protagonistas, mis amados padres.
Párrafo de prólogo
Estoy de acuerdo con la autora al decir que el amor es una decisión, y es cierto, porque cuando decides, lo haces voluntaria y conscientemente y con la capacidad de amar, porque para amar hay que ser capaz de hacerlo, primero con uno mismo, y luego con el mundo. La decisión también hace parte de la trascendencia, es decir, cuando decides, cortas tu pasado y partes en un nuevo presente, es por eso que al amor hay que darle muchas medicinas: respeto, cuidado, atención, mimos, dedicación, disciplina, constancia, entre otros, para que esté saludable y lleno de energía.
Yo quisiera que estas lindas experiencias retratadas en este hermoso libro, cada persona que va a leer estas páginas se dé el lujo de analizarlo pueda guardarlo para una posteridad... Dr. Juan Esteban López García. Psicólogo.