A continuación leerá usted las palabras que dos jóvenes, hombres los dos, se escribieron mutuamente en la lejanía. También leerá las palabras de dolor, escritas a alguien frío como la muerte.
Por lo general, en nuestros sueños hace aparición una persona que besa nuestros labios y nos abraza, o ríe con nosotros. Lo que es poco común en realidad, es encontrarse con ella en la habitualidad y poder escribirle, poder leerle y sentirle.
Considere usted que leerá un poema espontáneo, sin ediciones, de dos almas que en la inmensidad del universo se han encontrado.
El título de este pequeño libro Sui Géneris proviene de una palabra en latín cuyo significado hace referencia aquello que es propio y único en su especie. Estas palabras, que usted leerá en poco menos de un suspiro, son únicas en su especie, pues no han sido escritas para un libro, no fueron inventadas para el diálogo de dos personajes ficticios, sino que en cambio, han sido escritas por dos seres sintientes reales, que las escuchaban en sus corazones y las decían.
La portada del presente libro simboliza la intersección de dos líneas en el espacio. Cuando esto sucede, matemáticamente, dichas líneas no vuelven a encontrarse jamás, así como las almas que lean estas palabras y las que no, no volverán a encontrarse más en el espacio eterno de la vida y el amor.
Disfrute usted de un sentimiento único en su especie, no fingido o fantástico. Disfrute que bajo el cielo que le acobija, puedan decirse estas palabras sin reposar para escribirlas, con el corazón en la mano y el alma en los dedos que tocaban la pantalla en dónde fueron escritas.
Con gran cariño,
- El autor.