En medio de la moderna exaltación de la mujer y del progresivo menoscabo del varón, así como de la inmanejable confusión en el ejercicio de los diferentes roles que los seres humanos deben cumplir como hijos, amigos, esposos, padres, maestros, gobernantes y empresarios, es necesario un argumento razonable con fundamento divino, que no solamente arroje luz sobre el carácter de Dios y su magistral manifestación a través del hombre y de la mujer, sino que le provea al ser humano post-moderno la posibilidad de encontrar una posición segura, desde donde pueda manejar con éxito los conflictos sociales y conceptuales de la vida.

Porque dichos conflictos son muy debilitadores, y son el resultado de que no se resuelvan correcta y oportunamente preguntas trascendentales como ¿Quién soy? ¿Quién eres? ¿Por qué soy así? ¿Por qué eres así? ¿De dónde vengo? ¿Para dónde voy? ¿Qué podemos esperar? y cuyas respuestas correctas le permiten ubicarse al ser humano con seguridad y efectividad en el desempeño de su función masculina o femenina, de acuerdo con el perfecto diseño del Dios vivo. ¡He aquí el pensamiento profético del Creador! Esta es, sin lugar a dudas, la historia más grande que se pueda contar. leer todo...