Durante muchos años el autor venía escribiendo en un cuaderno sus recuerdos y aquellos momentos que vivió con su gran amigo Rodolfo Aicardi. Desde que se conocieron una mañana en un recreo de clases en el colegio León XIII de Cartagena, por allá en el año 1962, Eudaldo Antonio Rosales, más conocido como "Ricky" Rosales, se convirtió en su escudero de andanzas y aventuras en esos inicios del artista, el compinche de barriada mientras disfrutaban una juventud de bohemia febril, tiempos en los que acompañados de una guitarra, se daban a conocer en una ciudad recatada que apenas empezaba a escuchar en la radio los sonidos de la música moderna y de la Nueva Ola leer todo...

Como un collar de perlas musicalizadas, se pasearon por nuestras calles y barrios esas voces inmarcesibles, que jamás se volverán a escuchar ni pregonar, en parte alguna del globo terráqueo. Lugares como bares, cantinas, cabarets, tertuliaderos, restaurantes, heladerías y recovecos desde los más pomposos hasta los más míseros y malolientes, fueron testigos mudos del quehacer bohemio de la ciudad amurallada y sus barrios vecinos; donde su perfume, el orín, la creolina y el pachulí que usaban las damiselas, se conjugaban en una rara fragancia, que a todos los hombres de la ciudad, sin darse cuenta, los llevaba a un fin: a las putas y el ron. leer todo...