Este poemario es fruto de un largo viaje, caminos transitados, búsquedas internas que me llevaron a escuchar las voces de otras mujeres que sufrieron la opresión de la guerra e inspirarán mi vida con su sororidad, valentía y resiliencia.

Mujer agua es el reconocimiento del cambio, de la posibilidad de transformarse; es la conciencia de ser una mujer que se inspira para cuestionar las contradicciones de una sociedad patriarcal y racista. Poemas como Desobedezco y Mestiza soy ilustran las tensiones sociales frente a las cuales nuestra existencia femenina se evapora, liberándonos de ataduras que como mujeres se nos impone.

Este libro también es un diálogo con el amor y el desamor. En estos versos vemos el proceso de aprender a soltar, y sanar nuestro corazón para navegar aún con nuestros miedos, la necesidad de desocupar nuestro equipaje, librarnos de culpas, de remordimientos, para regar nuestro jardín y hacerlo florecer, con nuevos sueños y proyectos.

Como el agua que se solidifica y se hace fuerte, así somos las mujeres que creemos en nosotras mismas, arquitectas de nuestra vida, libres para tomar decisiones frente a un camino incierto que nos desafía.

Como el agua del río que recorre el valle, haciendo reverdecer el campo, es la esperanza que nos abriga de un mundo donde, además de posible, sea digno vivir.
Entrego con sencillez estas reflexiones que, al compartirlas, se transforman ya no en mi historia, sino en la historia de quien la lee y se identifica con ella, y le otorga un nuevo sentido; agua que corre y riega otros campos y de la cual emergen nuevos significados. Agua que se transforma, que se diluye entre tus dedos. leer todo...