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Adonaí Fierro Cortés

Adonaí Fierro Cortés

@adonai.fierro

Colombia » Cundinamarca » El Colegio

Adonaí Fierro Cortés

Cuentos, Mitos y Leyendas del Tequendama

US$ 9,90

Desde los albores de la humanidad, la historia de los diferentes pueblos ha nacido de la mitología, pues el hombre al tratar de dar explicaciones a los fenómenos naturales incompresibles para naciente mentalidad, lo hacía a través de la narración oral. Desde allí le daba cualidades y defectos de sus congéneres a los dioses, creando un código de comportamientos morales; es decir, si se portaba bien, había un premio; pero si se portaba mal o era perverso, entonces, recibían un castigo. La mitología y las leyendas se extienden de oriente a occidente y de norte a sur en el planeta; sólo que posee sus propios dioses y deidades. Nuestros antepasados no son la excepción y los autores se dieron a la tarea de reescribirlos y contarlos con la mitología criolla.

Cuentos, Mitos y Leyendas del Tequendama; no es más, que un proceso de investigación realizado por profesores como Wilson González, Hebroud Olivar Guitérrez y Adonaí Fierro Cortés, quienes se atrevieron a reescribir algunos mitos y leyendas que con anterioridad otros autores han publicado para transformar la tradición oral de su región para convertirla en legado de inquietos adultos para incansables jóvenes y generaciones venideras...!
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EL MUERTO NO TIENE DOLIENTES

US$ 9,80

Para poder entender el fenómeno de la violencia revolucionaria en Colombia, se debe observar desde diferentes ángulos y tiempos de la historia; por ello, comencemos con la aparición del primer guerrillero cundinamarqués, el teniente de milicias, don José Antonio Olaya, quien en 1809 formó un ejército de chusmeros con sus trabajadores de la hacienda
Calandayma cuyos terrenos corresponden hoy en día a los municipios de Tena, San Antonio, El Colegio, Viotá, Anapoima, parte de Apulo y Tocaima; aunque su aguerrida acción sólo fue una escaramuza fallida, hizo que la guerrilla de los hermanos Almeyda se uniera a su causa
y en 1810, después del grito de independencia, se presentó con sus curtidos campesinos
ante la Junta Suprema, que los incorporó inmediatamente al primer ?Batallón de Voluntarios? del Nuevo Reino de Granada con el cual pretendían los criollos hacerle frente a las tropas realistas para defender su incipiente ideal de independencia.
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